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9 perfecta. Bautizar es dar vista á un ciego que no podia mirar las bellezas del órden espiritual, lengua á un mu- do, que no sabia pronunciar palabras de vida, pies á un cojo que nada andaba hácia la patria celestial; movi- miento á un paralítico. que no tenia el uso de sus miem- bros; ó de sus facultades intelectuales para buscar su eterna felicidad; resucitar ¿un muerto, que carecia de la vida verdadera. “Por esta accion tan santa, tan noble, «tan prodigiosa, el alma queda marcada con un sello ó caracter indeleble, que la declara propiedad del Salva» dor, se le infunde una gracia que la regenera, que la ¿»da un ser nuevo, una vida que antes no tenia, una gra- cia que la hace recta, justa, santa, querida y amada de »¡Dios, una gracia que la purifica de toda culpa original »y actual, tanto mortal como. venial que la absuelve de «toda pena eterna, y de toda satisfaccion temporal, se le Testituye la inocencia, y, se le. franquean los Cielos. (1) Siendo el' bautizar una accion tan gloriosa, .¿qué; es- traño es que el V. P. Fr. Salvador de Sevilla se sintie- se llamado poderosamente á ejecutarlo? Es verdad que el ministro.no . es el que produce tan nobles efectos : aguel sobre quien “vino el- Espiritu Santo en forma visible en. el Jordan, ese es el que bautiza. (2) En los Sacramentos su autor es el que da la gracia, y produce aquellos mara- yillosos prodigios que se verifican; en el alma, que digna - mente los recibe. Mas ¿de quien se vale el Señor para derramar estos tesoros, sobre sus ¡predilectos ? ¿Cuales son los instrumentos de que se sirve sino los Sacerdotes? Es. tos son los qne ejerciendo unos ministerios tan sublimes, ponen. .en movimiento las aguas de las inefables miseri. cordias sobre los mortales. Estos se llenan de un honor y de una gloria sobre todo encarecimiento : por su me- dio Dios es glorificado, y la Religion Santa reconoce au- mentada su dichosa fecundidad. Por sus manos pasan los tesoros que la piedad diyina prodiga ¿4 los miserables mor- (1) 5. Bonav. Certilog. Sect. 48. (2) $. Ang. Millelog. v. Bapte 2
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