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12 ¿to y de una "Santa Confesion:.entra en -cólera. contra ,, SÍ. MISMO; Y arrojando unas miradas de enfado sobre , $u amigo le dijo: ruégote hombre, que me digas 3 adon- y de «aspiramos? ¿que es lo que pretendemos con tan- ¿»las fatigas y trabajos? ¿que buscamos? ¿con que fin », Seguimos la corte? ¿podrá nuestra esperanza prometer- , Se mayor fortuna en el Palacio que llegar á ser ami- ,, gos del Emperador? y cuando consigamos .eso ¿que ;, hemos adelantado? ¿que hay en la gracia misma del ¿y Soberano que no sea fragil y de corta duracion? ¿Y »» Por cuantos peligros es menester pasar para llegar 4 » Otro peligro mas grande? ¿que cierto tiempo es me- » hester consumir para conseguir esto? Siendo así que si »» Quiero ser amigo de Dios, en este mismo instante lo y puedo ser. Dicho esto, y como atribulado con el pro- y yecto que habia concebido de mudar de vida, vuelve ¿»los ojos al libro, sigue leyendo, y al paso que leia ,»Se va mudando su interior: su alma se va despojan- ¿»do de los afectos. del mundo: su corazon se agita, y tomo las olas de los mares: con varios afectos y pen- ,, Samientos, da grandes sollozos y suspiros: en fin elige » Y abraza la mejor parte, y resuelto á ser de Dios ex- » Clama á su amigo: yo te declaro que renuncio para y Siempre todas nuestras esperanzas; estoy resuelto 4 ser- y Vir 4 Dios, y á comenzar de este mismosmomento , SIN- esperar á mas; y«en:este mismo lugar sin ir ., mas. lejos. Si tu no quieres seguirme en mi retiro, al y Menos no me hagas oposicion. Á que respondió el otro ,»» que él no quería dejarlo, y así: ambos se retiraron )» del mundo.“ S. Agustin al oir esta narracion se sin- tió movido de un amor ardiente al Cristianísmo; aca- bada y concluido el negocio á que habiawenido Pon- ticiano, se marchó: entonces leno de turbavion en su ánimo, con el rostro que manifestaba bien lo que pa- saba en su alma, atónito, pasmado y como fuera de sí exclama, dirigiéndose á su amigo Alipro. ¿,, Qué es es-

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