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29 de esparcimiento que solo lo tienen una vez cada se- mana: parar la atencion en el ruido de la caida, y so- bre todo un hombre que no era jóven y tal yez que- brantado en la salud, porque casi todos lo estan, sa- car 4 pulso á otro que aunque no era corpulento al fin subia con un hábito todo mojado, y esto con una cuerdecilla delgada de esparto y casi medio podrida de estar al temporal, esto no puede menos que ser todo prodigioso. No lo es. menos lo que se. refiere, y es que aun antes que llegase esta noticia 4,nuestro, Convento el V. P. Fr. Diego de Cádiz le dijo 4 un religioso gra- cias á Dios que nada le ha sucedido al P, Fr. Salvador. La señora Doña Teresa de Vera su madre, quiso que se hiciese en nuestra Iglesia. una funcion muy solemne en accion de gracias, al Señor. principalmente, y 4 nues- tro S. P. S. Francisco por haber intercedido. La pre- dicó dicho V. P. Cádiz, sermon asombroso que jamas se borrará de la memoria de cuantos lo oyeron; pa- rece que en aquella ocasion se escedió á si mismo aquel grande hombre, y. el V. P. Salvador fue el que cantó” la Misa. : Este es el caso, cuya fama se estendió rápidamente por toda Sevilla. Hemos procurado referirlo con la po- sible delicadeza para no omitir circunstancia que sea de notar. Aqui se ve que este varon escogido .,levantó los , Ojos de su alma á las montañas de la bondad divi- ,Na, (1) y que de alli le vino el socorro; que este fue propio de aquel gran Dios que hizo los Cielos y la , tierra, que amándolo no permitió que peligrase,. y ve- ».ló «sobre la conservacion de su utilísima vida; que ¿no ser porque el Señor estaba con él cuando el demen- ¿te se levantó contra él para precipitarlo, ciertamente ,|hubiera perecido como perece el que es devorado de una fiera: cuando el furor de la locura se irritó contra él, a tal vez el agua del pozo se le hubiera tragado sin ha- (») Alusion Á los Ps. 120 y 123.