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9 gúumbres y que no usaba del pan ni del agua, ni fuego quiso, verlo, y habiéndolo yerificado, dijo que el cilicio,, 0 saco con que estaba cubierto, era mas augusto que la púr= ura imperial: las Emperatrices mismas le besarian las ma- nos. (1) Tan venerables como esto son la santidad, y la sa- biduría á los Reyes, y á:todos los. hombres, Mas no solo las brillantes luces que derrama la virtud causan la admiracion y el respeto de los primeros hombres del mundo, sino tambien dan á conocer á los impíos la san- tidad y pureza de aquella Religion que los produce. S. Agus tin, aquel poderoso y apostólico defensor de la doctrina y costumbres de la Iglesia católica, presenta á los ojos de los Maniqueos las acciones brillantes de los varones justos de su tiempo, como un trofeo de la castidad de la esposa de Jesucristo sobre la continencia y pretendida perfeccion dé:que aquellos hereges se gloriaban, y como un espejo tan puro y tan claro que desafía á aquellos insolentes escrito- res á que se acerquen y la examinen á ver si encuentran la menor mancha: reconoced (les dice ) la eminencia de la virtud de esos perfectos cristianos, que no se contentan con alabar la mas excelente castidad , sino que la practican. Yo no digo cosas que ignorais , yo digo solamente lo que vosotros fingis ó disimulais no saber: Porque ¿ quien no sabs que una multitud de Cristianos perfectamente continentes ¡y purisi- mos se esparcen todos, los dias cada. vez mas por toda la tierra, especialmente en elOriente y en Egipto ? Fosvtros lo sabeis lo mismh que nosotros. Yo no quiero hablar. de aquellos que han huido dela vista de los hombres que no comiendo mas que un poco de pan que se les lleva de cuando en cuando, y no bebiendo mas que una poca de agua habitan en los de- siertos, gustan de la compañía ¡y conversacion de Dios , y gustan de las delicias de una soberana bienaventuranza. en la contemplacion de aquella hermosura que no puede ser mi- rada siño del alma Santa. Yo no hablaré de aquellos soli. tarios porque parece áú algunos que ellos han mirado con (1) Theod. Phil, c. 17. 2