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enoja con el huínilde súbdito, «como. si, hubiese cometi- do un gravísimo delito. Á la verdad mirado este hecho con las luces solas de la razon humana, es menester confesar, que tiene todos los coloridos de una impru- dencia, ¿como ha de aprobar la prudencia humana una conducta al parecer la .mas-estravagante, y propia pa. ra desacreditar el honor del hábito, sagrado, y el suyo propio, que ningun Sacerdote debe mirar con despre- cio? Mas el Justo se conduce por otros principios mas sublimes; sus pasos estan llenos de, luz, y nada hacen que no hayan antes recibido del Padre, Celestial. Esta es una de aquellas muchas y extraordinarias cosas que el Ser inmenso esconde á los sabios y prudentes del mundo, y que solo revela, Ó descubre, á sus pobres y uelos; No. hay un Justo delos innumerables que brillan como astros luminosos en el firmamento de la Igle- sia, que no haya practicado muchas de estas que el hombre asido á la razon sola, llama locuras y extra- vagancias. dí Habilitado ya. para oir pecadores en el tribunal de la penitencia,:y. con facultades para anunciar la diyi- na palabra: adonde lo Jevase la yoz de la obediencia, solo le faltaba poner: en ejecucion estos dones preciosos que habiá recibido dela mano del Señor. Nuestro V. P. Salvador se prepara para tan sublime ejercicio. con la oracion, la penitencia y los reiterados clamores de su : eorazon. Ruegos al' Señor de la mies, para que se dig- nase enviarlo á aquella que fuese mas de su agrado. Despues: de muchos y. repetidos actos de humillacion, de lágrimas: y: de súplicas, se siente movido interior» mente -á ir á curar á los que tienen el corazon mas afligido, 4- predicar á los presos de la Real Cárcel de Sevilla, que para ellos hay tambien perdon en las dul- císimas. entrañas de nuestro, amable Dios. El espíritu del Señor vino sobre él, y. animado del deseo de la salvacion de aquellas desgraciadas víctimas de las pa» * n