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47 y de ella han salido para asombrar al mundo con sus pasmosas empresas. De la oracion salió Moyses para ater- rar á Faraon, trastornar los elementos,, abrir.los mares, dividir los peñascos. y hacer portentos tales, que no pa- recia aquel legislador sino un Dios visible. Con la ora- cion ató las manos al Omnipotente enojado, para que no castigase á su pueblo; con la oracion sin pelear venció ejércitos los:mas aguerridos. Con ella Josué destruyó seten- ta Reyes, echó por tierra murallas fortísimas, paró el sol en- medio de su carrera, é hizo otras muchas maravillas. La oracion armó el brazo: de Judit para que degollase á Holofernes, la oracion. la conservó sin embargo de sus encantos y hermosura entre los mayores peligros. La ora- cion libertó á Susana, conservó á Daniel en el lago de los leones, y ha llenado al mundo de maravillas. Sin ella nadie ha merecido las confianzas de Dios, y con ella hasta un ladron ha conseguido en su última hora arre- batar el reino de los Gielos. Sin oracion no se puede dar un paso hácia la perfeccion, y el Religioso que quisiese sin este auxilio llenar sus deberes, seria tan necio, con el que sin álas quisiese volar, sin naves surcar los mares, y sin alimento pasar la vida natural. : El V. P. Salvador, aun cuando era seglar, sabia ya arrojarse en los brazos de su Dios, postrarse ante las aras, y derramar alli su corazon. No sabemos que tu- viese un sistema de continua oracion, ó de horas dia- rias destinadas á esta ocupacion en los primeros años de su vida, mas se le vió orar muchas veees; y acudia á este ejercicio siempre que alguna afliccion 6 inspiracion del Cielo le incitaba á ello. Su virtuosa madre lo tenia á su lado de continuo antes de su viage á las Amé:- ricas, y precisamente le instruyó en esta prática pia- dosa; mas despues que tomó el hábito Capuchino, y singularísimamente en los siete años de su reclusion y vida austerísima; entonces su vida era una continua ora- cion. Por eso huia las criaturas, por eso se habia ne»