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42 que tomemos para nosotros esta misma voluntad .y ley suya, y nos vistamos de ella. Quiere el Señor y. ordena, que el hombre se retire de. sí mismo; que se haga age. no, y como forastero á sí, que deje de ser lo que era, comience á ser lo que no era, y se haga como un nue- vo hombre. Niéguese á sí mismo, sus deseos, sus inclina» ciones, sus eoncupiscencias,. sus razones, humanas, su voluntad, y la invierta toda, y conforme con la volun.= tad de Dios: ¿Te sugiere la vista, el oido, el gusto, que yeas, oigas, y gustes cosas Quriosas, detractorias, delica- das? ¿que de. estaste, lenes,. y. te embriagues? Niégales es- tas concupiscencias suyas, prohibidas por Dios,. y..diles: no quiero oir, ver, ni saber estas. eosas, quiero. 4 mi. Dios, su voluntad y ley santa. Tome su cruz, asi como yo tomé la mias yo soy el eapitan, el que ya, delante, para que el cristiano.me siga alegremente hasta, la muerte de cruz, ys hasta «la. gloria del Paraiso. Esto debe hacerlo tados los dias, cada hora, cada momento, y en cualquiera mo- Jestia que le ocurra, sufriéndola con paciencia y forta- leza toda su vida, porque en toda, ella debe . vivir en la cruz, y morir conmigo en la cruz. Ésta cruz es su- ya «propia, es la de su estado, la de su vocacion, es la de las circunstancias que le. cercan, pobreza, desnudez, tentaciones y. demas; suya porque no es sobre sus fuer: zas, sino acomodada á las gracias que recibe; suya. por- que está dirigida á.su bien, espiritual y, eterno; y es la marca: preciosa de. su. predestinacion. Y sigame por. la cruz ála muerte, y por la muerte á la ¡inmortalidad di- chosa y bienaventurada.. El que: perseverare en la cruz este será salyo. ¿Y-quien duda que.el V: P. Salvador llenó á la le- tra, y cumplió .exactísimamente esta sublime doctrina?, Se negó á sí mismo:.no. tuyo eondescendencia con ningu- na de aquellas inclinaciones que antes habian sido sús favoritas ; yen las. que gustaba ¿brillar y distinguirse. Se negó á sí mismo; un hombre tan aseado, jamas quiso otra