BCCPAM000531-2-35000000000000

18 sion, (1) A este estremo redujo el amor de Dios al Y. Padre : si se le preguntase ¿quien lo habia desnudado de sus conveniencias, y lo habia obligado á buscar trapos y deshechos, podria responder como el famoso S, Serapion (2) que habiendo dado cuanto tenia á los po- bres, y hallándose en la mayor pobreza, le pregunta- ron ¿Padre quien os ha puesto así? Este, respondió el Santo, mostrando el libro de los Evangelios en que leia entonces. Este es el que me ha despojado de todo, y me ha reducido á esta desnudez en que me veis: lo mismo podia decir el V. P. Salvador. El amor de Jesu- Cristo y sus virtudes Eyangélicas, son las que lo han reducido á este estado. CaprruLo 8. Siguen sus virtudes practicadas en el tiempo de Colegial Teólogo. Un Justo es á la manera del Paraiso en el que fue colocado el hombre primero. En su alma escogida abun- dan las flores y fragrancias de todas las virtudes, sin que le falte ninguna que pueda contribuir á hacer la deli- ciosa mansion del Espíritu Santo. Alli descuella ademas la frondosidad de unas gracias tan altas, tan sublimes que se parecen á los altos cedros, al corpulento cipres á la elevada palma y á aquellos árboles deliciosos adon- de fue á refugiarse el delincuente Adan, para ocultarse á los ojos de un Dios irritado. El esmero en la santi- Ficacion propia, decia el P. S. Basilio, (3) es para el que lo posee como una heredad ó posesion preciosa. El dá un gustosísimo espectáculo á aquellos que tienen el ho- nor de tratarlos. En donde hay virtudes, decia S. Agus- tin (4) ¿qué mas puede buscarse ni desearse ? Si algu- no Hegamos á observar que vive segun las reglas de la equidad y de la justicia, que tiene un alma ador- (1) Asilo escribe su condiscípulo el R. P. Fr. Ant. de Montejaque, (2) Vitas. PP. t. 1. (3) $. Basil. epist. 42. ad Max. ap. Lohner. y, virtus, (4) 5. Ag. l, 4. de civ. Dei. 3p, eund.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz