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Ú vemos desde corista en el V: P. Salvador. No - faltará ocasion: en que: se hable delo que se le observó ape: sar suyo ¡en el retiro: de su celda. Persuadido de que los votos que acababa de profe- sar eran los medios principales para conseguir la per- feccion , puso desde corista un singular estudio en su observancia, Altisima es vuestra : profesion, decia S. Ber. nardo. (1) Ella pasa: los Cielos, es igual á los Angeles, y semejante á la pureza Angelical. No solo habeis pros fesado toda santidad, sino la «perfeccion de toda santi- dad, y el finde toda :consumacion. De otros es servir d Dios; de. vosotros el estar unidos cor Dios. Esto lo «ve= mos en el V. P. Salvador: su regla es estrechísima, sus preceptos-son muchos, y la perfeccion á que se su- be por su guarda es tan sublime, que sus profesores no- son hombres, sino Angeles. '¿Como. os llamaré Yo ? decia S.. Bernardo 4 los:Monges «de: su,tiempo, (2) Yo no sé si llamaros hombres. celestiales, ó Angeles terrenos que andando por el mundo tienen su conversación en el Cielo. Ciertamente no sois del mundo sino sois ciudada- no. de :los.. Santos. y «domésticos de Dios. Este mismo elo- gio. merecen - todós los. profesores de. la regla: seráfica, que desprendidos de todas las cosas de la tierra, viven en ella sin dependencia alguna de sus bienes y como- didades. 0 Igual esmero se observó en nuestro Venerable acen: ca de la observancia de las constituciones y prácticas de la Orden. ¿Quien fue mas puntual que él en. todas las "muchas menudencias que estan á cargo de un jóven corista ? Le parecia que el citado P. S. Bernardo ha- bia dicho para él lo que dirigió 4” todos. sus. religio- sos. (3) Yo os ruego hermanos, y encarecidamente suplico que de tal modo obreis y permanezcais tan constantes en vuestro propósito, solícitos siempre en-la guarda de las cosas de la orden, que la órden os guarde dá vosotros. Es (1) 5, Bern, hom. 40, (2). Ibi. (3) 5, Bern. ad fratres ep. 27.
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