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2 rar sus dias, todas estas virtudes y otras innumerables con que tanto se distinguió no son flores ni frutos de esta tier- ra, sino del ameno y delicioso jardin de vuestra maternal predileccion. Por lo tanto siendo todo vuestro este Justo y cuanto hizo y emprendió, permitid , Señora, que á Vos sola consagre, dedique y ofrezca este libroó historia de su vida. Disimulad, Madre amabilísima, mi arrojo; conozco que mis trabajos se resienten de la debilidad del que los ha producido, mas no mireis, dulce Pastora, la mano que escribe, sino la materia de que trata, y lo mucho que os amaba el V. P. Fr. Salvador Joaquin de Sevilla, cuyos he-= chos escribo. Mirad tambien la multitud de verdades y máximas cristianas que aqui se vierten, como otros tantos silyos que se dan á las ovejas descarriadas, para que vuel- van á vuestro redil, Mirad tambien á que como Capuchino soy tambien vuestro hijo (aunque sin merecerlo) que tier- namente os ama, y el amor como es ciego, tiene por. pro- piedad característica suya no detenerse en reparos, sino de- jarse caer ciegamente en los brazos del objeto amado sin mas méritos para ellos que el amor mismo. Con este me presento á yuestros sacrosantos pies en nombre de toda mi Provincia de Andalucía , y especialmente de esta vuestra amante y piadosísima Ciudad de Sevilla. Con este amor He- yo delante de vuestro trono estas débiles producciones pa- ra que tocándolas con el fuego de vuestra caridad.encien- dan los corazones de cuantos las lean, y con este mismo amor soy y seré mientras respire, y despues eternamen- te, amabilísima Pastora, vuestro humilde siervo = Fr.Juan Evangelista de Utrera.= Capuchino.