BCCPAM000527-5-29000000000000

o blecer la observancia regular en los conventos que habia fundado en aquellas dilatadas provin- cias, que siempre lo han reconocido por su padre único y fundador. Todos los frutos que han dado para el cielo estas provincias de Alemania, que han sido copiosísimos, deben su orígen al gran celo y observancia con que nuestro beato las fun- dó, Por este tiempo pasó el siervo de Dios á la cin- dad de Munich, llamado del duque de Baviera, para que librase á la duquesa, poseida miserable- mente de los espíritus malignos. Llegó el santo varon á Munich, y con él repetidas felicidades pa- ra aquella esclarecida casa (que despues fué tan devota), pues el dia de la Purísima Concepcion de María Santísima, quedó libre la duquesa, y si- guiéndose á este, otro prodigio no menos ilustre, profetizó que habia de tener sucesion, lo que se verificó con asombro de todos, pues la tenian por estéril y habian pasado muchos años de matrimo- nio, sin esperanza alguna, alegrándose todos los príncipes católicos, pues de, no tener sucesion, pa- saban aquellos estados á un principe protestante, y ponia en consternacion á todos los electores del imperio, y aun á toda la Iglesia católica. Despues que el siervo de Dios cumplió perfectamente con el oficio de comisario general, y fundador de aque- llas vastas provincias, se volvió á Roma el año de 1599, en que se celebró capítulo general, y fué reelegido y confirmado en el mismo oficio de Di- finidor general. Ultimamente el año de 1602 fué elegido en ministro General de toda la Orden en - el Capítulo, que se celebró en Roma con universal

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz