BCCPAM000527-5-29000000000000

00 CAPÍTULO mo, Prelacias que tuvo en la religion: le nombran ] General de toda la Orden, y acierto singular en su gobierno. 1. Una de las prendas mas necesarias para el acertado gobierno, es la prudencia. Fué en esta virtud nuestro santo tan ilustre, que la califican de sublime y casi divina, los procesos de su canoni- zacion (1). Adornado, pues, de esta singular pru- dencia, junto con una admirable destreza y ma- durez grande en los negocios, le hicieron digno de las mayores prelacías de la Órden, bien que contra toda su voluntad, que de corazon aborrecia cual= quier género de mando. La ambicion y el mérito aunque entresíi contrarios, caminan presurososálas eminencias de la dignidad poropuestos y contrarios rumbos. La ambicion con sus diligencias, arreba- ta los puestos, y cogida con el hurto en las manos, halla suplicio donde esperaba descanso. El mérito guiado del temor prudente, pone en la fuga todo su conato, y cae perseguido en manos de la digni- dad, que desdeñada le acaricia y poseida le honra. El mérito del siervo de Dios era tan público dentro y fuera de la Orden, que aun en lo mas florido de su juventud, le hizo acreedor á que le eligiesen Guardian de Venecia. Esta prelacia ha sido siem- pre de mucho peso entre los capuchinos, no solo ¡1 Suma fol. 18l,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz