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PP dio eficacísimo, para remedio y consuelo de pe- cadores. Fué nuestro Lorenzo en este sagrado ministerio del púlpito uno de los singulares, que ha tenido la Santa Iglesia. No tienen número los pecadores obstinados que se redujeron á vida pe- nitente por las eficacias de su predicacion. Dejaron muchas mujeres escandalosas la torpeza de sus vidas, buscando para la seguridad de sus peligros el retiro de los recogimientos. Muchas doncellas abriendo los ojos á la luz del desengaño, antes de probar las amarguras del escarmiento, poblaron los claustros religiosos. Los jóvenes, dejando el mundo y sus lisonjeras esperanzas, abrazaron una vida estrecha y penitente. Estos admirables es- pecláculos y ejemplos de virtud, daban aliento á los fervorosos y eran asombro para los malos, lo- grando el siervo de Dios á manos llenas los frutos de su apostólico celo, con edificacion, con aplauso y provecho de los pueblos. | 10. Predicando en Pavía, ciudad ilustre y Uni- versidad famosa, fueron grandes las conversiones que obró el Señor por su siervo. Es comun acha- que de las grandes Universidades y escuelas la di- solucion y desenfreno en los jóvenes que las fre- cuentan, llegando á tanto su desenvoltura, que no solo son viciosos, sino que se avergúenzan de no ser mas disolutos en indigna y torpe competencia de desaciertos y liviandades, de que es forzosa consecuencia aborrecer á cualquiera que pretenda su correccion: no fué así en esta insigne Universi- dad, pues movidos muchos de sus estudiantes de la fama célebre del siervo de Dios, y curiosos de $ + Á A »

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