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e aquellas palabras asegurando y haciendo plazo ó merced al P. Brindis, que el Rey aprobó callando. Aora él miércoles passado proximo estuvo media ora á solas con el Rey el P. Brindis, que le dió audiencia privada de que salió contentisimo (porque le acompañe); y creo que ha acabado de obtener el fin de sus negocios. Y pero en lo que toca al nuestro, le dijo su Md. presto mandare despachar el memo- rial ó consulta para que fundeis; de que de nuevo le dió las gracias.—Miren Vs. Cs. aora, si se deve este negocio al P. Brindis: aca assi lo juzgamos y assi lo entienden quantos saben desto; y aunque el P. Se- rafin con su buena traza y medios, sin duda lo con— cluyera, pero con todo ay quien duda, y quien afir—- ma, que á bien negociar no fuera en dos años. Por remate desta historia y por gloria de Ntro. Se- rá fico Padre el sabado passado, digo su fiesta, se co- mensó á tratar casamiento entre la hija menor de la Duquesa de Medina de Rioseco con el Conde de Am- pudia, hijo mayor de Duque de Zea hijo del Duque de Lerma. Y quiso Ntro. Señor que se acabasse el sabado passado en la noche, vispera de la fiesta de Ntro. P. S. Francisco; de manera que se comencó en su dia y se acabó en su octava. Teniendo pues noticia el P. Pro- vincial, como tan acertado y prudente, no perdió la ocasion,sino que escrivió un villete á la Duquesa el di- cho sabado en la noche, rogandole se acordasse de nossotros, y el domingo de mañanica tuvo respuesta al pie del, de mano de la misma Duquesa que dice assi: porque lo he visto y leido y tenido en mis manos:— «Mi Padre, anoche pedi al Duque me hiziese merced de despachar nuestra consulta, y ame prometido;