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— 512— muy gracioso y desseoso de levantarse: dele Ntro Se- ñor salud, que verdaderamente parece un Angel, y alguna vez passara V. C. un rato de mucho gusto oyendo cosas suyas, que aora paso con estas para volver al caso. Pues como el P. Brindis ha hallado tan extraordi- naria acogida y familiaridad en los Reyes; no ha perdido sazon haziendo recuerdo de nuestra funda- cion: y una vez le dijo la Reyna que teniamos grande contradiccion, pero queella lo rogaría á su Md.: otra vez estando los dos mirando reliquias (y algunas las ha dado el P. Brindis, y algunas le an pedido ú to- madole, y ha sucedido un milagro, que diré despues). Vino el Rey y sentose á la conversacion, y la Reyna le suplicó, presente el P. Brindis, que por amor della y de dicho Padre nos diese la licencia para fundar; y el Rey respondió con voluntad mas sin declararse: y acabo de pocos dias estando otra vez juntos los : tres, dijo la Reyna al P. Brindis ya tienen su fun- dacion cierta, pero agradezcanlo á V. Paternidad que si no fuera por él no se les diera; y el Rey á esto se sonrió como aprovando lo que la Reyna havia di- cho, y él les besó las manos á todos dos con mucho agradecimiento y cortessias: y segun lo quese colli- ge por lo que pareció despues, el intervalo en no de- clararse sú Md. la primera vez qué la Reyna se lo suplicó fué que havia remitido la consulta del Con- _sejo real al Confessor; en que ha tenido tambien el P. Fr, Seraphin de Polisio que trabajar, y en qne poner cuydado y medios; de manera que salió como deseava; y con esto y lo que devia de haber la Reyna Ntra. Sra. entendido de la volunlad del dueño, dijo