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uN Ss Vil con el título de Visitador y Comisario gene- ral, dispuso Su Santidad que le acompañasen doce religiosos, los cuales, como dice el P. Cocáleo, que > segun podemos sacar de los Sumarios y memorias - de aquel tiempo, fueron los siguientes: Los Padres Jaime y Matias de Saló, Francisco de Taranto, Ga- briel de Inspruch, Ambrosio de Florencia, Gaspar de Bérgamo, Juan de Venecia, Amadeo de Verona, Juan Bautista de Mantua, Gerónimo de Verona y Felipe de Parma, Sacerdotes; y Fr. Julio de Vene- cia y Fr. Miguel de Bolonia religiosos legos. - Para completar el número de doce, falta el Bea- to Benito de Urbino, del cual se refiere en nues- tras Crónicas, que habiéndose graduado de Doctor en ambos derechos con mucho lucimiento en la Universidad de Pádua, cuando aun no contaba 22 años de edad, y no obstante de ser de la nobilisi- ma Familia de los Pasionei y consanguíneo de los Sumos Pontífices, Inocencio. octavo. Alejandro séptimo y Clemente Undécimo, despreciando los alhagos del siglo entró en nuestra capuchina Con- gregacion. Apenas habia profesado nuestro será- fico Instituto, cuando se vió luego en él tanto aprovechamiento espiritual y virtudes tan exce- lentes que Fray Lorenzo de Brindis, varon á la ver- dad apostólico y digno de eterna memoria, le eligió por compañero cuando por órden de Clemente oc- tavo fué á Boemia á propagar nuestro Instituto. Porque siendo cierto (son palabras de la Crónica), siendo cierto que cada uno busca,su semejante y se goza en él, no solicitara Fray Lorenzo, siendo sujeto de perfeccion tan alta y de tan seráficas