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q > y Ñ q. he E .. a . a a d e e o PA 2 y: KT 4 A: e "A Ls SE co MN: dd en ellas aquellos oráculos divinos, que para nues- tra salud dejó impresos el Espíritu Santo, con áni- mo de estamparlos en los corazones, si pudiese, de todos los mortales; y fué cosa de admiracion, que en brevísimo tiempo aprendió toda la Biblia de memoria, y tan perfectamente, que desde enton- ces, sin mirarla, citaba los lugares del viejo y nuevo Testamento, señalando, no solo el libro, si- noel capítulo y verso, tan legalmente, como si le tuviera en la mano. De tal suerte se hizo dueño de la sagrada Escritura, que en sus conversaciones, en sus escritos y en sus sermones, ya no citaba texto de la sagrada Escritura, sino que la hablaba como si fuera idioma nativo, usando de ella con la mayor facilidad y propiedad en todas sus partes (1). Para la inteligencia de los lugares obscuros, no se valia de su ingenio, aunque grande: leia los santos padres y expositores, aprendiendo con hu- mildad de tan grandes maestros, sin fiarse de sí. Veneraba á todos los santos padres como lumbre- 7 ras de la Iglesia; pero quien mas le arrebataba su devocion era San Agustin y San Gerónimo, acu- diendo á ellos en todas sus dudas y dificultades. Despues de los santos padres ,ocupaban el primer lugar los sagrados expositores, y entre ellos le era muy familiar aquel sábio capuchino Fr. Francisco de Titelman. Decia, que este expositor, entre to- dos era el mas claro por la facilidad en explicar los textos mas obscuros, y mas profundo, por la solidez con que expone la escritura: ponderaba mucho » (1) Suma de los procesos, fol. 51. $ PY 1% e a es Ei. A