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o == e e bc Nuestra confianza en ella es completa y entera. +16. A Nos nos parece que debemos confiar mu- cho en su poderosa proteccion ahora que está en el cielo. No es la primera vez que Dios se ha ser- vido de humildes y tiernas Vírgenes para llevar á * cabo sus inescrutables designios en favor de la Iglesia y de su Cabeza visible. Se celebraron, ha- ee poco, con toda solemnidad en Italia con motivo de las fiestas del Centenario, las glorias de la he- roica Vírgen Catalina de Sena, que fué un instru- mento del cual se valió Dios para que los Roma= nos Pontífices, despues de una larga ausencia, yolviesen á su verdadera Sede de Roma libres é independientes.—En las tristes circunstancias en que estamos, y tambien la Iglesia, lo que tiene decretado la Providencia, Nos no lo sabemos, ni queremos investigarlo. Pero en estos Bienaventu- rados (Beati) que vamos á levantará los honores y glorias de la Santidad, Nos ponemos las mas fun- dadas esperanzas, mucho mas que al Beato Loren- zo de Brindis y á la Beata Clara de Monte Falco, se unen el Beato Benito Labre y el Beato Juan Bautista de Rossi, los cuales todos representan las diversas clases sociales; y así es que la entera Sociedad que está débil, flaca y enferma recla- masu salud de estos Bienaventurados por medio del Magisterio infalible de la Iglesia Romana que los encumbra al supremo honor de los altares— 17. Con esta dulce esperanza que Nos alienta recibid, hijos dilectísimos, la Bendicion Apostóli- ca que de lo íntimo de nuestro corazon os damos á todos los que estais aquí presentes, y estende= e