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— 531— 13. Entonces Su Santidad se levantó y tuvo á bien responder con el siguiente discurso: «Nuestro espíritu reboza de verdadero júbilo por la solemne publicacion de los dos Decretos, á la cual hemos asistido. ] La Canonizacion de los Santos siempre es moti- vo de alegria para la Iglesia católica y por su Ca- beza visible que la gobierna. Y Nos tenemos doble motivo de satisfaccion y alegria de poder contar en el número de los Santos á dos gloriosísimos, el Beato Lorenzo de Brindis y la Beata Clara de Mon= te Falco. | La memoria del Beato Lorenzo hácia el cual des- de Nuestra juventud abrigamos sentimientos de tierna devocion y afecto especial, muy oportuna= mente se despierta entre los hombres en los tiem= pos que corren. Como ya habeis oido al leer los Decretos, este gran Siervo de Dios bajo el humilde hábito de S. Francisco ocultaba las dotes mas so= bresalientes de la naturaleza, y los dones mas su- blimes de la gracia; y su vida incansable y mara- villosa, toda ocupada en beneficio de los prójimos, no fué otra cosa que una gloria llena de esplendor para el Orden Seráfico al cual pertenecia, y de las otras Ordenes Religiosas tan beneméritas de la hu- manidad, y no obstante tan perseguidas y ultraja- das en nuestros dias. 14. Los Romanos Pontifices no dudaron ni un momento en confiar á la actividad y sabiduría del Beato Lorenzo los asuntos mas árduos y delicados; y Élen nombre del Vicario de Jesucristo, y bajo los. impulsos de la caridad mas ardiente, empren- A d "sl