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— ¿23— 3. Elestado del niño era gravisimo, pues el mal habia interesado á los huesos, y por último apare- ció la necrosis; (1): las úlceras abiertas destilaban un humor purulento, negruzco y fetidisimo. Tan grave se habia hecho la enfermedad, que el doctor Austini declaró que habia perdido ya toda espe- ranza de curarlo.—Viendo los afligidos padres que la ciencia médica se declaraba impotente para sa- nar á su querido hijo, resolvieron, como cristia- nos, acudir á Dios y pedir por la intercesion de la Ssma. Virgen la salud del niño; y al efecto, el pa- dre en Octubre de 1786, salió de Roma para diri- girse á la ciudad de Loreto con objeto de visitar la santa Casa y suplicar humilde y fervorosamente á María, salud de los enfermos, por su amado hijo. Entre tanto el niño se agravó -tanto, que su des- consolada madre temió que iba á espirar. El padre al regresar á su casa encontró á su hijo en un es- tado tan crítico y desesperado, que inmediatamen- te se fué en busca del doctor Giusti, mas éste le recibió mal y hasta con aspereza, diciéndole: «Ya os lo he dicho varias veces, que no tengais espe- ranza alguna sobre la curacion del niño, pues pa- ra alcanzarla se necesila un gran milagro.» A esta respuesta tan triste y calegórica comprendió que no habia recurso humanoy se volvió á casa; y cuando mas afligido y desconsolado estaba, se pre- senta Fr. Valentin de Cadore Capuchino, que hacia Ez (1) cra Ó pa sj de vida en un hueso, ó en parte ¿a > pi 5 za impresion del aire, 4 encontrarse descubier- á los diferentes virus, etc.—Estado de los fo; 4 las A OROOR de vida por alguna de las causas espresadas, y por otras de semejante naturaleza,

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