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| A A RA e BR A e A An 14 7 - E O NN A A 0 Ml A A este favor, se valiese del patrocinio de su purísima Madre. Obedeció gustoso nuestro novicio, y toman- do por norte de su oracion la que fué del Salvador del mundo, repetia con resignado afecto: No se haga, Señor, mi voluntad, si no la tuya. Despues pasaba, lleno de confianza, al trono de piedad y clemencia de María Santísima, y acogiéndose á su poderoso auxilio, prorumpia en aquellas dulces palabras: Sub tuum presidium confugimus, Sancta Dei Genitriz; nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus. Así oraba el siervo de Dios, resigna- do en la Divina Providencia. Pero aquel Señor que oye gustoso los ruegos humildes de los suyos, oyó al bendito jóven, y faltándole de allí á poco aque- llos dolores de estómago, que tanto le habian mo- lestado, profesó con gran consuelo de su espíritu y gozo universal de todos aquellos padres el dia 24 de Marzo, víspera de la Anunciacion de María San- tísima del año de 1576, poco mas de un mes des- pues de cumplido el año de noviciado. Siendo este dia para el siervo de Dios el mas solemne y sagra- do de todo el año. E | SS a á As ; 2400. a APÍTULO ARE o, SN Estudios del siervo de Dios, Y gracia especial que tuvo en la predicacion. 1. Altamente impresionado nuestro jóven de aquella infalible máxima de la Escritura, que di- ce (1), que la sabiduría no estrará en el alma del ) Sapient. 1. 4.
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