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sr A mente iluminado y adornado de mil preciosidades y riquezas que encierra aquella hermosa pieza: con lo cual y la asistencia de la sagrada y seráfica comunidad de religiosas, hacian este acto suma- mente tierno y devoto. -7. Descubrióse el sepulcro del siervo Je Dios, precediendo las ceremonias, que prescriben las instrucciones; y notándose, que en la caja en que, estaban las sagradas reliquias no podia sacarse en- tera por haberse inutilizado con la mucha hume- dad del sitio, se melieron por debajo unas sábanas y sostenida con ellas, se condujo procesionalmente con velas encendidas y cantando en un semitono varios Psalmos, á una pieza inmediata, que estaba deantemano dispuesta y decentemente adornada. Publicó el señor abad una excomunion en nombre de Su Santidad reservada al mismo Pontífice, para que ninguno se atreviese á sacar ni poner cosa al- guna en la caja, sinlicencia del dicho señor Abad. Tomáronse todas lás señas de la caja y sellos, y pi- diendo la llave á la madre abadesa, se abrió el arca y se descubrieron las sagradas reliquias, que solo eran los huesos, cubiertos con un tafetan encar- nado y encima un paño de raso con unas flores moradas, perg todo tan terso, limpio y nuevo, como. si acabaran de tejerlo. Descubiertas pues, las reli- quias, las fueron viendo y adorando (sin tocarlas) todos los circunstantes de dos en dos, empezando la seráfica comunidad y despues quedándose solos el señor abad, notarios y promotor de la fé, sepa- raron las santas reliquias de este modo: para Ro- ma, un hueso del muslo y otras pequeñas: para el

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