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— 492— España y acaso en toda la Europa, se tendria por ponderacion; pero no lo digo yo, lo dicen cuantos curiosos é inteligentes le han visto. Para describir este gran tabernáculo con la propiedad y mages- tad que pide obra tan exquisita, era menester mu- cho papel y tinta; pero siendo contra lo que he prometido, me contentaré con decir, que para for- mar esta sagrada máquina, parece se juntaron cuantas piedras preciosas y metales ricos se han descubierto hasta ahora. Allí se vé (además de los mármoles finos) la piedra ágata, la venturina, la- pislázuli y lo que mas admiran los inteligentes es otros muchos géneros de piedra de un fondo ex- quisito y raro, que no se han visto por acá ni son conocidos de los mas diestros lapidarios. Tiene muchos órdenes de columnas, todas de piedra con sus bases y capiteles de bronce sobredorado varias figuras de apóstoles y otros santos tambien de bron- ce sobredorado; y en una palabra, tiene todo aquel adorno que hace una obra enteramente completa. En la capilla mayor hay á los dos lados, dos altares curiosos, pero de poco mérito. De lo alto de la me- diá naranja cuelga una lámpara de plata, pero de una hechura muy singular y exquisita. Lo restante de la iglesia está adornada de hermosos cuadros, que representan aquellos eremitas y padres del desierto. Son pinturas primorosas y al parecer son de Rafael de Urbina, ó de su escuela. -2. Viniendo ya al panteon, este está frente del altar mayor, á los piés de la iglesia, debajo del co- ro alto de las madres y donde correspondia el coro bajo. Es una pieza magestuosa y grave: está mas