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— 476— tas siervas de Dios de la quietud de la oracion), sin dejarlas dormir ni descansar. Viendo que no podian librarse de esta importuna plaga, determi- naron de comunidad elegir un santo por patrono y defensor de aquella necesidad, ofreciendo hacer- le fiesta todos los años, confesando y comulgando en su dia, como lo hacen hasta el presente. Echa- ron suertes y salieron S. Daniel y compañeros mártires de Ceuta, de quienes reza la Orden el dia 13 de Octubre. ¡Cosa rara! Luego inmediata- mente cesó aquella molestia y hasta el dia de hoy gozan este privilegio desde la hora que visten el santo hábito. Así lo trae la citada crónica y así lo he oido á estas mismas religiosas á quienes debo dar entero crédito. Otro prodigio se observa en este santo convento y es no haber topos en la huerta y jardines. Son estos animalillos muy dañosos y per- judiciales á las plantas menores, porque haciendo sus cuevas debajo de la tierra, van royendo las raices y vienen á secarse. Así sucedió en la huer- ta del nuevo convento, pues habia tal plaga que se inutilizaba la verdura que habia de servir á la comunidad con desconsuelo de todas. Viendo esto la venerable madre Sor María de la Concepcion, una de las fundadoras, y primera abadesa del con- vento, mandó á los topos en nombre Dios, que sa- liesen de la huerta y no volviesen jamás. Obede- : cieron al punto, sin que se hayan vuelto á ver, Callo de intento otros prodigios, que pudiera refe- rir, aunque me noten de omiso. 12. Fundóse este convento con grande rigor y observancia, á que contribuyó mucho la ejemplar