BCCPAM000527-5-29000000000000

e A bebida por los enfermos con mucha fé, fué me- dicina eficaz para todos. 23. Un jóven, natural de Villafranca y vecino de Ponferrada llamado Antonio de Robles, fué un año en romería á Santiago de Galicia; y para que todo le sucediese bien, llevaba consigo un pedacito del santo hábito guardado en una bolsita como una preciosa reliquia, con lo que iba muy confian- do. Llegó á un rio que iba muy crecido; para pasar habia unas vigas estrechas: estando ya al medio del puente, cayó al rio en lo mas rápido de sus corrientes; y viéndose en tan gran peligro, se en- comendó al siervo de Dios diciendo. Santo padre Brindis valedme. Al decir esto, sintió que le cogie- ron de la mano y le sacaron de entre las garras de la muerte al otro lado del rio sin ver á nadie. Dió gracias á Dios en su bienhechor el padre Brindis y quedó mucho mas devoto que antes. Continuan- do su camino, llegó á un lugar y hospedándose en casa de una pobre mujer, que tenia un hijo de siete años poseido del demonio, que le maltrata ba mucho y con frecuencia y le tenia casi todo el cuerpo baldado; díjole el peregrino á la mujer que traia una reliquia especial de un santo capuchino que estaba obrando muchos prodigios en Villafran- ca y otras partes. Rogóle la mujer se la aplicase ásu hijo y movido de compasion el peregrino, sacó la bolsita en que estaba la reliquia y se la puso al cuello. Pero ¡oh prodigio! al punto aquel infeliz, mudando el color pálido en denegrido, con manchas de sanguinolenta rabia, empezó á bra= mar, enfurecido el espíritu infernal; y meneando

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz