BCCPAM000527-5-29000000000000

e sejos, que Dios le enviaba por su siervo. Tal era la estimacion, que hacia de este admirable varon. Tuvo su alteza al padre Fr. Juan María en su com- pañía muchos dias, ya para que descansara de tantos trabajos, padecidos en viaje tan dilatado y ya para hablar mas despacio de su venerable Brindis; cuya memoria recreaba en gran manera á este piadoso y devoto príncipe. Nosotros, dejando estas conversaciones, que aunque santas, serán sin duda muy largas, pasemos á hacer brevemente algunas reflexiones críticas sobre la historia de nuestro beato Lorenzo. 15. Vimos ya con admiracion bastante, que el dia de su oriente natural, fué el mismo que el de su natural ocaso, teniendo solo un dia en este mundo; y ahora veremos con no menos misterio un dia mismo el de su espiritual cuna y sepulcro. Dia fué de S. Lorenzo, su.amanlísimo abogado, cuando fué recibido en Villafranca entre sus será- ficas hermanas: dia fué, en que el glorioso mártir ea no! Lorenzo voló desde Italia al cielo; y en es- te dia, volando antes desde España al cielo el ilus- tre confesor Lorenzo, colocó sus cenizas en el reli- cario mas precioso. Ni carece de misterio haberse detenido su profesion hasta la víspera de la Anun- ciacion de nuestra Señora, de cuyo sagrado mis- terioera devolísimo: ser fundador de esta provincia de capuchinos de las dos Castillas, á quien se le puso el título de la Encarnacion 6 Anunciacion; y últimamente descansar sus reliquias en el sagrado convento de la Anunciacion de nuestra Señora, 6 nuestra Señora de la Anunciada, Es tambien digno

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz