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—( conocieron que aun despues de muerto influia con su virtud para finalizar los asuntos de su em- bajada, pues de allí á pocos dias, que murió el bea- to Lorenzo, los llamó el rey á palacio y mostrando lo mucho que habia sentido la falta del varon san- to, les aseguró, que daria prontamente las órdenes para que en todo se cumpliese el fin de su venida á España; pues le bastaba á Su Magestad, para obrar con toda seguridad de conciencia, el que se lo hu- biese propuesto un hombre tan docto y tan santo. Ofrecióles Su Magestad con el mayor afecto el so- corro de sus necesidades, 4 cualquiera otra cosa que necesitasen. Dieron gracias á Su Magestad los compañeros y besando la mano, se despidieron con muestras de agradecidos. 10. Eran tantos los empeños de las personas principales de la córte, ya portugueses y ya caste- llanos, que á porfia buscaban las reliquias del san- to, que los compañeros tuvieron que distribuir to- das las alhajuelas, que tenia á su uso, sin quedar con alguna para su consuelo. Se hallaban muy afligidos, cuando por una rara casualidad (ó lla- mémosla providencia del Altísimo) supieron como el corazon del varon santo le habian enterrado con los despojos, cuando embalsamaron su cuer- po. Dieron parte á su excelencia el Sr. D. Pedro de Toledo y alegrándose con la noticia, facilitó las licencias necesarias y yendo los compañeros á la iglesia, sacaron los despojos del 'sepulcro y con ellas el noble y sagrado corazon del beato Lorenzo tan fresco y sin corrupcion, como si se acabara de sacar del cuerpo y no solo esto, sino que pen-