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sr cti digios constan plenariamente en los provides de Villafranca del año de 1630. 6. Pero no solo en Villafranca, sino sc mble en Brindis, patria del varon santo, se vieron estos prodigios. Consta por testimonio auténtico del ilus- trísimo señor arzobispo de Brindis, que la lámpa- ra, que ardia delante del Santísimo Sacramento en la iglesia de las madres capuchinas de Brindis, los nueve dias antes de morir el beato Lorenzo ardia con mas vigor y daba mucha mas luz que lo regu- lar; pero aun mas: en todos aquellos nueve dias no fué necesario echarla aceite, pues nada se gastaba, ni fué necesario espavilarla en todo este tiempo, pues no consumia el pavilo ni torcida. Pero aquí otro prodigio: el mismo dia y hora en que mu- rió el siervo de Dios, se apagó por sí misma es- ta lámpara. Continuaron las maravillas del Señor. Tres dias despues de su muerte, á la media noche (que seria la hora, en que salia el sagrado cuer- po de Lisboa para Villafranca! vió doña Jacoba Leanza, señora principal de Brindis, con toda ed su familia y otros vecinos, una misteriosa acha | de fuego sobre el convento de capuchinas, que despedia una luz tan hermosa y rara, que ilu- minaba todo el convento, y al mismo tiempo veian en la puerta de la iglesia otras dos antorchas que brillaban como estrellas; vieron tambien, que salian por las ventanas de la iglesia unos admira- bles rayos, como de un luciente sol. De todos es- tos prodigios hubo muchos y autorizados testigos, sobre lo que se hizo plenísima informacion. 7. Ni se puede omitir en la historia la noticia F