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a A «comiendo mucho la veneracion y que le recibas «como á santo etc. Lisboa 24 de Julio de 1619.—Tu «padre, D. Pedro. Convocóse luego la comunidad llena de gozo es- piritual y se dispusieron para recibir el venerable cadáver. Llegó este como entre siete y ocho de la tarde del dia de su santo glorioso, el mártir San Lorenzo; y segun consta de la deposición del duo- décimo testigo en las informaciones y procesos que se formaron en Villafranca el año de 1677, al número 14, las mulas que traian la litera, donde venia el venerable cadáver, se vinieron ellas mis- mas con un paso mas que regular y presuroso, sin guia alguna al convento de la Anunciada; y lle- gando á la puerta, empezaron á dar golpes y llamar con las manos sin cesar, hasta que abrieron. Esta- ban ya las Religiosas prevenidas, esperando con velas encendidas, cruz, incensario y demás insig- nias, que se acostumbra en procesiones solemnes e. de santos; y tocando las campanas á vuelo, ento- naron con gran ternura el 7e- Deum laudamus, y le llevaron al panteon, que habia entonces en el coro bajo; y percibiendo un olor extraordinario, le de- positaron en un lucillo y lugar decente, poniendo un altar encima y el Señor empezó á hacer desde luego prodigios por su siervo. Habia una religiosa impedida de muchos meses; y movida de lo que se decia, se hizo llevar al sepulcro del santo y apli- cándola á él con mucha fé, quedó sana instantá- neamente. En el pueblo se divulgó luego la llega- da del cuerpo santo y concurrió una confusa aun- que devota multitud al convento, para ver y adorar