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— de tenia una hija, religiosa de singular virtud, lla- mada Doña Maria de Toledo y en la religion Sor María de la Trinidad. Habia su excelencia enrique- cido este convento con singularísimas alhajas y preciosas reliquias, como veremos despues y aho- ra quiso darle la última perfeccion y que fuese por todo el orbe conocido y aun envidiado, enviandoá su hija el sagrado cuerpo del beato Lorenzo. Ocul- tó con el mayor cuidado su pensamiento y solo se lo fió al rey, pidiéndole licencia para ello. Alabó Su Mágestad elintento y luego inmediatamente sin perder tiempo y con la mayor cautela, valiéndose de algunos criados de confianza, previno una lite- -ra y poniendo en la caja donde estaba el sagrado cadáver, uno de los retratos, para que sirviese de seña y no se equivocase, ú trocase con otro, la se- 116 con sus armas y escribiendo á su hija una car- , dispuso que con el silencio y quietud de la no- che, sin luces, ni estrépito saliesen de Lisboa y to- masen.el camino de Villafranca del Bierzo. Encargó su excelencia la conduccion de tan gran tesoro al capitan D. Juan Ortiz de Salazar y este la admi- tió con la mayor complacencia, por la devocion que tenia al santo. Tomó una pequeña escolta de soldados, ya para el decoro debidoá un embajador difunto y ya para seguridad y precaver suela insulto. | 3. Salieron la noche del dia 23 de J ulio, y con. tanto disimulo, que aun los compañeros del siervo - "de Dios no lo supieron hasta despues. Divulgóse al dia siguiente el sagrado hurto del marqués y todos se alegraron y le dieron gracias, aun las par-