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— 419— por el carácter de embajador pertenecia sin la menor duda á la casa real, como uno de los mas nobles empleos que componen el palacio, de quien solo dependen y de donde reciben todos sus privi- legios, facultades y exenciones. Ibase encendiendo un fuerte litigio entre las partes, sin ceder ningu- na de su pretendido derecho. ¡Cosa rara! ¡tanto anhelo por un cadáver! pero no es de admirar en nuestro Santo cadáver. Ninguna de las partes liti- gaba por interés ni derechos parroquiales, pues bien sabian que el difunto no tenia otro mayoraz- go ni rentas, que la pobreza santa. Todos preten- dian tener consigo un gran tesoro. ¡Y qué dicha fuera tan grande tener hoy el cuerpo santo de nuestro Lorenzo! ¡Cómo se gloriaria Lisboa de te- ner consigo una alhaja tan preciosa! Sin duda lo tendria por un beneficio especialísimo del' como lo tiene la afortunada y dichosa villa de Vi - lafranca del Bierzo gloriándose de"poseer este ta rico tesoro, llevado allí por providencia divina co- mo diremos ahora. 2. Era mucho el empeño y ardor con que de- fendian cada uno su partido, hasta temerse algun rompimiento infausto y peligroso. Reflexionando esto el excelentísimo Señor D. Pedro de Toledo y quétata vanidad) se persuadia, á que ninguno te- nia mas derecho que su excelencia, determinó de- -«cidir la controversia á su favor y cortar pleitos y quimeras. Habia pocos años, que su excelencia habia fundado en Villafranca del Bierzo, capital de sus Estados, un célebre convento de franciscas descalzas, con a advocacion de la Anunciada don- : o Ñ . . . :