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— 4056 = 7. Un dia antes de partirse de esta vida, despe- jando el aposento, llamó á sus compañeros, y lleno de fervor su espíritu, les dijo las palabras siguien- tes: «Ya veis, hijos mios muy amados, cuán cerca- «no me hallo á mi última resolucion y camino «universal de los hombres todos: gracias os doy «con todo el afecto que puedo, por la asistencia «que os he debido. Dios os dé la debida retribucion «de todo el cuidado y trabajo, que habeis padecido «en aliviar á este indigno consiervo vuestro.» Y vertiendo copiosas lágrimas, prosiguió diciendo: «Perdonad, carísimos hijos, perdonadme todas las «molestias que os he causado y el mal ejemplo, «que con la tibieza de mi poca ajustada vida á la «perfeccion, que este hábito pide, he puesto á «vuestros ojos y ayudadme con vuestras oracio- «nes, para que consiga yo de mi Dios el perdon de «mis muchas culpas y pecados. Además de esto os «ruego con grande instancia, que cuanto antes po- «dais, en falleciendo yo, os vayaisá la presencia «del padre Ministro General y le deis en mi nom- «bre gracias inmensas, que hago tambien á toda «la religion, por lo que siempre la he debido. Pe- «didle en mi nombre, postrados á sus piés, perdon «de todos mis delitos, que hasta aquí he cometido. «Y decidle tambien, que pida en mi nombre per- «don á todos los religiosos de nuestra Orden, es- «parcidos por todo el mundo, como lo hago postra- «do á los piés de todos, suplicándoles perdonen á «este mísero pecador.» Fué copioso el llanto, de que se llenaron los compañeros, al oir estas humil- des súplicas: llegábales tan al corazon la pérdida