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Ñ de de 5 A de ¿AAA q en oe ¡0 ico FU: do viaje, desde que salió de Nápoles hasta Lisboa, fué trabajosísimo para el siervo de Dios, pues afli- gido de la gota algunas veces, ni aun podia mo- : verse; y gran parte del camino tuvo que andar á mE: caballo, subiéndole entre dos ó tres y esto á costa de agudísimos dolores; pero no reparaba, haciendo á Dios gustoso sacrificio de su salud y aun de su -————yida, por la caridad y obediencia. Llegó última- | mente á Portugal y sabiendo que el Sr. Felipe II, es- taba en Belen (palacio poco distante de Lisboa) has- ta que se dispusiesen las magníficas funciones de su entrada en aquella córte, se retiró el varon santo á una rústica y pobre aldea, huyendo del aplauso, sin dar noticia de su llegada. Vivia incógnito, mendigando de puerta en puerta el corto alimento que para él y sus compañeros era necesario, y co- mo no eran conocidos de aquellos pobres aldeanos y su miseria era mucha, padecia el siervo de Dios no poca penuria, aun de aquellas cosas precisa- mente necesarias; pero mientras mas pobre, mas gozoso y alegre, por vivir mas conforme á su insti- tulo y profesion religiosa, sin permitir el varon seráfico, que su empleo de embajador ofendiese á su pobreza santa. ¡Raro espectáculo! Ver pedir de puerta en puerta un bocado de pan á un embaja- dor del rey católico! ¡Vivirincógnito entre rústicos aldeanos un sugeto tan visible y conocido en toda la Europa: 6. Lleno de gozo espiritual estaba nuestro bea- to Lorenzo entre estas incomodidades, hasta que llegase el tiempo de la entrada del rey en Lisboa, para tratar allí los negocios de su embajada. Pero -*