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e sion sin estorbo alguno. Así lo concedió Su Santi- dad y así lo ejecutó el varon santo; y habiendo comunicado con el comandante de las galeras (el cual tuvo órden del rey para detenerse hasta traer- le á España), determinaron el dia para embarcar- ' se, despues de haber estado en Génova mas de tres meses. Desde Génova fueron costeando por el Me- diterráneo, pasando por el Puerto de San Lorenzo, Puerto Mauricio, y venciendo los peligros del fa- moso Golfo de Leon, llegaron felizmente á Barce- lona. Aquí debia hacer alto la pluma y referir los muchos milagros, que por mar y tierra obró el Se- ñor por su siervo, en que mostró Su Magestad ser de su agrado esta embajada, y podemos decir sin ponderacion, que todo el camino desde que salió de Nápoles, hasta que llegó á Barcelona, fué un continuado milagro. Véalos el curioso en la vida del santo escrita en italiano por el P. Fr. Buena- ventura de Cocaleo (1), y Fr. Angel María de Ros- si (2), que nosotros de intento los omitimos. 5. Luego que arribó el beato Lorenzo á Barce- lona y se reparó de las fatigas del mar, tomó el ca- mino para Castilla y pasando por Zaragoza por el - mes de Marzo, llegó á Madrid á principios de Abril de 1619; y hallando, que el rey con su córte habia salido el dia 20 y pasado á Lisboa á tomar posesion de aquel reino, se puso luego en camino para Por- tugal, pues los negocios eran árduos y dela mayor entidad, y no pedian espera. Casi todo este dilata- () Cocaleo lib. 3. cap. 2.3 y 4. (2) Rossi lib.3. cap. ?.