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| — 3711 — quiera mal tratamiento, saqueo ú contribucion á los habitantes de la ciudad, dejando el gobierno político á quien le tenia antes y el eclesiástico y espiritual al cabildo de aquella ciudad. Arregla- das las cosas con suma paz, envió el duqne á Ro- 'al arzobispo, para que Su Santidad juzgase en . | su causa. Quisiera el duque que el siervo de Dios 3 acompañara al prisionero arzobispo en este viajeá Roma, para mas decoro y consuelo suyo; pero con- siderando que su presencia en aquellas circuns= tancias era muy útil en Salisburg, quiso tener= leá su lado. Dispuestas y arregladas todas las cosas con el consejo del varon santo, se retiró el duque con su tropa, para no ser gravoso á aquella ciudad y:solo dejó guarnicion en dos plazas, teniéndolas como en rehenes hasta el ajuste de las diferencias, el que se hizo despues á satisfaccion del duque, f volviéndole lo que le habian: tomado. Portóse el duque en todos los lances que ocurrieron, con el mayor desinterés y piedad, porque depuesto el ar -zobispo, 9 renunciando esta dignidad, como otros «dicen: y siendo la eleccion del sucesor, privativa del cabildo de aquella iglesia, se la pusieron los canónigos en su mano, para que eligiese arzobispo y principe á quien quisiese; y no obstante, que tenia un hermano canónigo en aquella iglesia, y acreedor á esta dignidad, que valia cuatrocientos mil florines cada año, no quiso admitir el duque la eleccion, dejando al cabildo en posesion de su libertad. Habiendo concluido felizmente el beato Lorenzo todas sus comisiones, se volvió á Baviera; y hallándose estimado en aquella córte de todos