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A, inmediato (y es el que ocupa hoy el convento) se fabricó á expensas del duque, haciéndose la tras- lacion con la solemnidad que manda la Iglesia, en cuyo edificio puso la primera piedra el cardenal Borja, patriarca de las Indias, con asistencia del rey, principe é infantes; pero faltó la reima para completar este acto, por haber ya muerto (1): pérdi- da la mas sensible para toda España, como lo ma- nifestaron las demostraciones de su dolor. El que mostró nuestra Congregacion fué correspondiente al conocimiento de los favores, beneficios y hon- ras que debió á esta serenísima y santa reina. Fué esta funcion muy solemne y acabada, fué el rey con los infantes á una pieza que habia preparado Fray Serafin, donde habia una mesa sumamente curiosa y limpia y en ella mucha variedad de frutas y en- saladas; y pidió á Su Magestad, fuese servido per- mitir que sus altezas honrasen aquella pobre mesa y lomasen aquella leve demostracion, en que se explicaba su agradecimiento y el de todos los ca- puchinos. Dió el rey licencia y sentados á la mesa los infantes merendaron con el mayor gusto, mi- rándolo Su Magestad, y tomando algun bocado con grande alegría, admirado de ver tanta curiosi- dad y limpieza; y decia Su Magestad: Vo he visto en mi vida, ni cosa más rica, ni mas pobre. Al despe- - dirse el rey dijo (no sin gran ternura) á los capu- chinos: Muy alegre hubiera sido para mi este dia si la reina se hubiera hallado presente. Encomendadlaá Dios, que os queria mucho. Quedaron nuestros reli- —— "y Murió el año de 1611 de edad de 26 años.