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2 o fruto, ya porque los ánimos de los que podian fomentar esta obra estaban muy decaidos, ya tam- bien por las grandes persecuciones que fomentó el enemigo comun contra la nueva planta capuchina. Por este tiempo habia en España tres provincias, que eran Cataluña, Valencia y Aragon, y en ellas insignes predicadores y sugetos de gran virtud y letras; pero se deseaba fundar en Castilla, como la mejor porcion de España y así se ponian los me- dios para ello. El primer abrigo que hallaron los capuchinos en Castilla, fué en los Excmos. Sres. marqueses de Santa Cruz. Estos señores en cumpli- miento de un voto, edificaron un convento en la villa del Viso en una ermita de San Andrés, que estaba en un desierto al pié de Sierra Morena; pero duró poco y fué preciso dejarle. La ereccion de este convento se hizo en virtud de una Bula Apostólica de Gregorio XIlI, que trae el Bulario capuchino (1). Para solicitar con mas fervor la -——— fundacion, vinieron á la corte los padres Fr. Mi- - guelde Valladolid y Fr. Francisco de Baeza, hijos -— —— delasanta provincia de Cataluña, sugetos reco- mendables y adornados de todas aquellas prendas y circunstancias, que pedia un negocio tan grave. Trajeron cartas de recomendacion para el conde de Miranda, presidente de Castilla, caballero muy devoto de los capuchinos y que siendo virey en Valencia, los habia favorecido mucho: y tambien parael duque de Lerma, primer ministro y gran privado del rey y para otros señores; y habiéndolos (” Bullar. capuce. tom. 5. fol. 368.
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