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29 Mco veian con tal devocion y afecto, les causaba mu- cha edificacion y ejemplo. -21. Comulgaba todos los dias festivos, llegándo- se á aquella sagrada mesa con tal preparacion y espíritu, que su frecuencia causaba los mismos efectos que en Moisés, cuando trataba con Dios en la cumbre del monte (1); porque despues de haber recibido la sagrada Eucaristía. no solo en lo inte- rior quedaba hermoso y resplandeciente, sino tam- bien en lo exterior, de suerte que lo notaban con admiracion todos los presentes. Sentian ensí cuan- tos le miraban tal compuncion y reverencia, que muchos se ponian junto á él para participar mas de cerca aquellos celestiales influjos: otros con disimulo se llegaban á él para tocar sus vestidu- ras; y aun algunos, si podian, se las cortaban te- niéndolo por reliquia, haciéndose todos lenguas de su temprana virtud y santidad. Tan presto empe- zó6 nuestro Julio César á edificar al pueblo, y este á venerarle como á Santo. Pero no solo tenia oracion en la iglesia, sino tambien en su casa. Andaba - siempre en la presencia de Dios, sin que se lo i¡m- —pidiesen las tareas del estudio, ni ocupaciones do- _mésticas. Aquellos ratos que tenia desocupados, los empleaba en oracion, retirándose al oratorio. Aquí como no tenia testigos de vista, se daba con más fervor á este santo ejercicio, desplegando las velas desu inflamado espíritu, con que recibia del Señor abundantísimas gracias y favores. Algunas veces le hallaban los familiares postrado en tier— (1) Exod, 341, 29. Aci ear? '