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A AA APA A o da. Arribó á Barcelona con la mayor brevedad y felicidad, pues parece llevaba en la proa la fortuna. En Barcelona halló á nuestro reverendísimo pa= dre General Fr. Gerónimo de Castelferreto, que habia llegado poco antes á visitar las tres provin= cias de Cataluña, Valencia y Aragon: encomendóle muy de veras, solicitase con el rey la fundacion de algun convento en Madrid y en las dos Castillas; pues hasta entonces no se habia podido conseguir. aunque se habia solicitado, á causa de muchas oposiciones, que la calumnia y envidia habia fingi- do y abultado contra el instituto capuchino; pues como habia de ser esta obra para mucha honra y gloria de Dios, y salvacion de las almas, permitió el Señor, que todo el infierno se conjurase con- tra ella para impedirla; pero todo se allanó con la prudencia y virtud de nuestro beato Lorenzo. 4. Llegó últimamente á la córte el deseado em- bajador, por el mes de Setiembre del año de 1609, sin mas acompañamiento, que los trabajos, fatigas, sedes, hambres, calores y cansancios, que son inseparables de quien camina á pié, y en el tiempo fogoso del verano; y solo admitió el alivio de un compañero español, práctico en el camino, que le señaló el Guardian de Barcelona. Luego que llegóá la córte se fué á hospedar al Hospital de los Italianos en la carrera de San Gerónimo, donde estaba Fray Serafin de Policio con otros capuchinos hospedado.. Inmediatamente que se supo la venida de este in- signe embajador, pasó el Nuncio de Su Santidad á visitarle, ofreciéndole su casa y en ella cuanto ne- cesitase, hízole muchas instancias para llevarle