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. e qe dee co O «te (1). que la multitud de balas que acudian á la «parte donde andaba dicho santo, oyó decir, no «le habian dañado y que se decia era dón de Dios «y milagro que hacia con él. Y por tenerle su ex- «celencia el señor marqués de Villafranca al di- «cho santo religioso por tal, se mandó enterrar «junto á él en dicho convento de Villafranca... Y «dice mas este testigo, que el dicho señor marqués «D. Pedro de Toledo, cuando murió dicho santo «Padre Fr. Lorenzo de Brindis, así como estaba «muerto, tendido en una sala, le hizo retratar y «estimaba tanto su retrato, que letenia en su apo- «sento y junto á su cama: y que Juan Adam, cria- «do antiguo del señor marqués, asimismo hizo «hacer otro retrato y despues se hicieron otros mu- «chos porque todos le tenian por santo... Dice mas; «que en muchas partes de Italia, donde dicho san- «lo andaba, si no llevaba consigo soldados de guar- «dia, le salian á cortar el hábito por reliquia, y «volvia casi desnudo al convento, por el concepto «y devocion que de él tenian.» 16. Hasta aquí la deposicion verídica y senci- lla de D. Francisco Osorio Pimentel, caballero ilustre, y que sirvió en aquellas guerras con el grado de oficial, y como testigo de vista, trato y comunicacion, merece se le dé entero crédito. Lo mismo depone D. Pedro Pardo, vecino tambien de Villafranca, cuarto testigo al fólio diez y seis, el cual trató, conoció y habló al siervo de Dios en 1) Estas guerras contra los herejes de Alemania, fueron las del turco de que hemos hablado en este capítulo.

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