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PS E ARA 5 ells AR EE O Ls ARE io E Pb O e den had ¡ sá », ds dl ds a > + ” 4 da dls ed b he Mn Mi E Ss + Ps A Do 6 o Y : we le llamaban las gentes, y él mismo se firmaba eotáhdo la mayor estima y aprecio de este glorio- so timbre, con el cual tambien le nombran las his- torias, llamándole Pray Julio César; porque, aun- que no tomó el hábito para profesar, sino solo por devocion, era tal la que tenia, cuando (aun de ni- 0) le Mamaban Fray Jalio, que se llenaba de go- zo. Decia que este sagrado tratamiento fué inven- tado por la Magestad de Cristo, con el cual trataba á los apóstolesy los apóstoles se trataban entre sí, como consta del Evangelio, y que, como nuestro padre San Francisco era tan fiel imitador suyo, quiso, y lo dejó escrito en su regla, que este fuese tambien el tratamiento entre los suyos, llamándo- los el mismo santo Padre, mis frailes benditos. Mu- cho aprecio hacia nuestro santo de este dictado | ilustre, y por eso sentia tanto el dejarlo: pero en fin, ya porque le parecia indigno de él y ya por obedecer á su tio, se rindió á su voluntad, sacri- ficando su devoción y gusto. aja 17. Mudó, pues de hábito nuestro jóven, pero - no de costumbres, porque al hábito clerical le son tambien propias todas las virtudes. Y para cumplir con las obligaciones de buen hijo, luego que llegó á Venecia, escribió á su madre una car- ta muy humilde y atenta, en que la daba cuenta | de su resolucion, pidiendo le perdonase, si aun en , esto le habia ofendido. Ya en este tiempo se halla ] ba movido de superior impulso, para tomar el há- | bito capuchino, y así quiso desde luego hacer co- | y mo un ensayo de su austeridad y penitencia. Por lo que del modo que sucede cuando están prepá-