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a muchos generales del turco y entre ellos el Bajá de Buda el de Beli-abei de la Grecia y un chiaja de los mas principales: con que se hace el cóm= puto, que de los ochenta mil turcos, de que se componia el ejército otomano, qnedaron muy po- cos. De los nuestros solo murieron treinta y los mas de ellos herejes (segun la historia Italiana (1) por no haber querido invocar el dulcisimo nombre de Jesús, como aconsejaba el varon santo. Varios casos refieren las historias., que sucedieron á este valeroso, é invencible capuchino, que expodremos con brevedad. Como el siervo de Dios, el beato Lo- renzo, se hallase en esta ocasion muy afligido de la gota, fué preciso tomar un caballo para recorrer las lineas de los soldados y alentarlosá la pelea; como el varon santo no estaba diestro en el mane- jo del freno, se metió el caballo entre una tropa de turcos y uno de ellos, que estaba mas próximo, le- vantado el alfange, le iba á tirar un golpe á la ca- beza; pero el caballo huyendo el cuerpo, evitó - tambien el peligro: volvió segunda vez el turco á- tirar de revés y dando un salto el caballo, frustró - segunda vez sus esperanzas: lleno de cólera el tur- co, le acometió frente á frente: entonces los ofi- ciales y soldados clamaron al maestre de campo el Sr. Rosburg, diciendo: (Que matan al Padre: que matan al Padre. Al oir esto el Sr. Altaing, arremetió al turco con sable en mano y al mismo tiempo que el turco iba á descargar el golpe, le dió - (1) E de Cesarei solamente trenta Soldati ordinari é de for- se tuti heretici li cuali ricusarono d* invocare il sanctissimo nome de Giesu Rossi in Vita Ven. Lorenzo de Brind, lib. 1 cap.?.

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