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_— 7) = preciarlós su rendimiento, preferida siempre la voluntad agena á la propia y razones que esta re- presentaba. CAPÍTULO XV. Espiritu de profecía del varon santo. ]. Haciendo el apóstol San Pablo un catálogo de aquellos varones grandes. que quiso Dios, que en su Iglesia se aventajasen á los demás, escribe así en la carta á los de Corinto (1): Puso Dios diver- sas clases de sugetos en la Iglesia: en primer lugar los apóstoles: en el segundo los profetas: en el tercero los doctores: despues las virtudes: despues las gracias de curaciones, los socorros, los gobiernos, los géneros de lenguas, las interpretaciones de sermones. Y por- que cada uno de estos dones y dignidades basta á hacer ilustre á quien toca; añadió, que estaban di- vididas en diversos sugetos y que rara vez se llega- ban á juntar en uno; y así dice: ¿Por ventura son todos apóstoles? ¿Por ventura todos profetas? ¿Por ventwra todos doctores? ¿Por ventura todos virtudes? ¿Por ventura tienen todos gracia de curaciones? ¿Por ventura todos hablan en muchas lenguas? ¿Por ven- tura interpretan todos? Así el apóstol; y si bien lo miramos, nuestro beato Lorenzo es una especial exencion de esta regla general. Pues si apenas se halla en uno alguna de estas gracias y privilegios, y basta cualquiera para hacerle grande, en nues- (D Jl. ad Corint. 12, 28,

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