BCCPAM000527-5-29000000000000

> Md de las experiencias antecedentes (decia el máximo Doctor San Gerónimo) en materias de castidad (Y; porque no eres mas santo que David, mas prudente gue Salomon ni mas valiente que Sanson. Con aten= cion contínua á este grave oráculo, con modesto olvido de sus conseguidas victorias, velaba sobre sus sentidos, continela fiel, el siervo de Dios, des- confiando de su propia virtud; porque sabia la astu= cia y disimulo engañoso, la porfia incansable, con que de dia y de noche pelra el cuerpo contra el es- píritu; y así dijo cuerdamente San Agustin (2): Fuer- te enemigo es, el queimpugna dá la castidad; cada día debe resistirle el hombre y cada dia debe temerle. Ninguno se engañe con falsa y aparente seguridad. El segundo auxilio del varon santo, fué el amparo de la Virgen Santísima, como ya queda dicho al principio de este capítulo. Para participar, pues, el varon santo el constante espíritu de pureza, ape- nas apartaba los ojos de las imágenes de María, que tenia, ya en la celda ya en altar, y con mayor viveza en el corazon. Conocia bien que de esta Madre del Amor hermoso y honesto, se derivan como de fuente pura los dotes, con que se adquie- re y conserva la castidad. ». pe | CAPÍTULO XIV. Obediencia del beato Lorenzo de Brindis. 1. Es la obediencia una virtud tan admirable, que penetra las sutilezas engañosas del amor pro- pio, y contra quien no pueden prevalecer sus as- (1) S. Hieron. lip. Ep. (2) S. August. lib. de Honest. mulier.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz