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E ATA SS MA 0 Ma “S MM 4 b al E e, ” le . Y A a a dl De . h 4 $ A . (es de = h DE y 4 a RR e Em ció Dc la retórica, la dialéctica y la lógica fueron sus primeras ocupaciones en su tierna edad; apren-= diendo con suma presteza y facilidad cuanto le enseñaban sus maestros, y en adelante llenó con la aplicacion á mayores estudios toda la esperan-- za que dieron sus portentosos principios. La devo- cion y el estudio eran los únicos acreedores de su tiempo, y solo tenia la diversion en la limpieza de los altares y la leccion de libros devotos. con que enriquecia de santas noticias su inocente en- tendimiento. | 13. Crecia Julio César en cien y gracia, :ama- ble á Dios y á los hombres: admiraban estos la gravedad de “sus costumbres, la modestia de sus acciones, la discrecion de sus palabras, la dulzura desu condicion, la afabilidad y mansedumbre de su trato, la viveza de su ingénio, y sobre todo aquella genial aplicacion al ejercicio de las virtu- des, á la frecuencia de los templos: todo lo cual era un poderoso atractivo de las voluntades. Raya- ba ya en la edad de catorce años, cuando tuvo la - desgracia de faltar su padre, á quien amaba tierna- mente. Esta pérdida le fué de sumo dolor, y leyen- ella el desengaño del mundo, se aplicó mas Fe virtud. Su madre viéndose sola, procuró de todos modos llevarse á su hijo, para que la hiciese compañía, y cuidase de los intereses de la casa; pero el santo jóven, conociendo los peligros á que y se exponia en el gobierno de su casa y libertad Pines le ofrecia en ella, determinó no dejar la - carrera comenzada y continuar sus estudios. Pero eran tan fuertes las instancias de su desconsolada