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o gies del varon santo. Es fama constante en la reli- gion (1), que le habló muchas veces María Santi- sima y gozó de su adorable presencia. Entre otros dió testimonio auténtico Fr. Adan de Rovigio (2), compañero, que fué muchos años del siervo de Dios. Depone este religioso con juramento, que en nuestro convento de Munich estando junto al bea- to Lorenzo haciendo oracion, se llenó de repente la estancia de una admirable luz; y siguiéndose otra mayor, se apareció María Santísima, acompa- ñada de ángeles y poniéndose juntoal varon santo con un rostro muy apacible, estuvo un gran rato en su compañía y despues desapareció. 7. Le eran muy gustosas las conversaciones, en que se mezclaban las alabanzas y glorias de es- ta Señora, como tambien cuando hablaban de los prodigios y milagros que obraba con sus devotos; y como sabian eran de su agrado estas conversa- ciones, las introducian de propósito algunas veces, los que le buscaban, aunque fuesen personas del mayor carácter. y por ver los admirables efectos que producian en él; pues encendido en amor á esta divina reina, salia fuera de sfy quedaba ex- tático y absorto sin poder hablar una palabra; y decian con gracia los presentes: ¿A dios! ya hemos perdido la conversacion: 'ya el padre se haido « hablar con la Virgen... Fué testigo no pocas veces de estos admirables éxtasis el principe Doria, con otros ilustres señores. Queria, que sus compañe- E l Proc. de Milan fol. 60. 2) Sum. fol. 261 y 271.