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— 292— los fieles, publican por cruel aquel ánimo que no ama á quien tanto amó; y al que ama incitaná que ame con mayor vehemencia y mas segura fi- delidad. 3. Consideraba tambien al infante Jesús recien nacido en los brazos de su madre; y admirado co- mo aquel Señor á quien Daniel (1) llama el antiguo de los dias, habia nacido en la tierra, se postraba en el suelo para adorarle y bendecirle. Miraba colgado de los virginales pechos de su bendita madre, aquel que segun David (2), da de comer ú todo viviente. Envuelto en unas pobres fajas, aquel fortísimo gigante, en cuya presencia (segun Job) (3) se postran los que gobiernan el mundo; y admirado de ver tanta grandeza en tanta bajeza, tanta ma- gestad en tanta humildad, lleno de devocion y afecto, prorrumpia con tiernísimas lágrimas, di- ciendo con la esposa en los cantares (4): ¿Por ven tura habeis visto á quien ama mi alma? Y como si estuviera buscándole, andaba fuera de sí. Al con- templar al infante Jesús en los brazos de su madre se llenaba todo de alegría y entre caricias amoro- sas le daba su corazon, y el niño Dios le daba el suyo; y en mútua correspondencia de favores que- daban transformados uno en otro. Pero como estos regalos estaban tan ocultos á los hombres, que so- lo. el beato Lorenzo era participante y este lo re- -.. (D Daniel 7. 9. :2) -Psalm. 135. 2. 3 Job9. 13, 4) Cant.3.3.