BCCPAM000527-5-29000000000000

— 199 — $ cer lo mismo, encendia mas ardientes los deseos; en cuyas repentinas llamaradas se deseaba abrasar hasta llegará su fin. En el uniforme instinto de todos los animales y propensa inclinacion al fin para que nacieron, lloraba tiernamente el desvio de los hombres hácia su Criador, teniendo mas ca- pacidad que los brutos. En las alegres avecitas, las canoras y debidas alabanzas, con que á su Criador corresponden agradecidas, argúia justamente el ol- vido de los hombres en alabar á Dios, dejando pa- sar horas y dias sin bendecirle ni una sola vez. En los gemidos tristes de las tortolillas, 6 de otro huérfano pajarillo, renovaba sus ansias amorosas, compadecido tiernamente de escuchar sus tristes soledades: por padecer el varon santo esta misma enfermedad en ausencia de su amado y acompa- ñando sus gemidos, aumentaba en deliquios sus incendios. En las mudas ramas de las plantas, me- ditaba sus rústicos amores con ocultas señas y simpáticas virtudes, de cuyo teatro silencioso ha- cia tribunal el serafin Lorenzo, poniendo por tes- tigos de sus amores á las aguas, á los brutos, á las aves, á las plantas y en fin á todo viviente, al cie- lo, á la tierra y al mismo Dios á quien amaba, para que todas las criaturas, que le exhortaban á amar, supiesen, que obedecia gustoso á las voces que le daban. Esta era la tarea silenciosa del va- ron santo, aun cuando caminaba divertido; y para que los compañeros no le tuviesen por pesado en su retiro y silencio, les proponia algunos textos difíciles de la escritura, para su exámen y clara inteligencia: otras veces algun punto dogmático ó

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz