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— 19 — jornadas que hizo por Italia á varios príncipes: las embajadas y legacías á reyes y polentados: la asis- tencia á las guerras contra los turcos y herejes, como diremos despues, publicando están esta ver- dad. Esto mismo deponen en los procesos los que le conocieron y trataron. «Observé (dice uno) (1) «en el P. Lorenzo de Brindis un celo fervorosísimo «de la fé católica, apostólica, romana. Este celo «lo noté en su vida y obras: el que en todo se ha- «cia ver, calólico y apostólico, lo noté en las pala- «bras y doctrina; y es cosa pública y notoria, que «en diversas partes del mundo predicó siempre «doctrina católica, conforme en todo á la Santa «Romana Iglesia: conforme á esta emprendió mu- «chas fatigas, tanto por mantener y defender la re= «ligion católica, como tambien para propagarla; y «para esto caminó por diversas partes del mundo, «por Alemania, Talia, España y Francia, tratando «ya con el Papa, ya con el emperador, con el rey E «católico y otros principes; y sé que con la ayuda «de Dios tanto dijo é hizo, que la Santa Sede Apos- «tólica y dichas magestades, el serenísimo de Ba= «viera, con otros principes católicos, quedaron «persuadidos á hacer muchas cosas para la con- «servacion de la fé católica y destruccion de la «herejía, de lo cual se ha derivado tanto bien, es- «pecialmente en Alemania.» 21. Uno de los compañeros del varon santo, de- cia: «Cuando caminábamos, sucedió muchas ve- «Ces, que se hablaba del infeliz y deplorable es- DL Suma pag. £2. Dita 2 P 3 +9 EE 1.