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dla así los grados de una virtud heróica, cuando aja- do y perseguido el sugeto que la profesa, ni solici- ta la venganza, ni se opone á la calumnia. | 13. Pero como el sol esparce mas lucidos sus rayos, vencida fácilmente la obscuridad de la es- pesa nube, que pretendió ofuscarlos; así la vida del beato Lorenzo, como puro y luciente astro, con tantos rayos como virtudes, no permitió que dura- se mucho la espesa niebla que habia producido la emulacion. Nada hay mas inconstante, que una mentira: ella misma se deshace: ella misma se di- sipa, sin necesitar de influjo; y así no pudiendo ya conservarse la que contra el varon santo se habia formado, se dejó ver su inocencia, y rayó la luz de la verdad. Los mismos racistmtr aa des- pues examinar la causa con el peso que corres- ponde para proceder con la rectitud debida, halla- ron que todo habia sido artificio y enredo de sus émulos; y así revocando el primer decreto tan in- jurioso al siervo de Dios, dieron otros de nuevo, en que llenándole de honores, declarabán su inocen= cia, permitiéndole volver á Praga. Fué de gran consuelo para los católicos y de mucha confu- sion para los herejes esta novedad; porque en- trando en Praga el varon santo, fué recibido con públicas aclamaciones y universales aplausos. Vol- vió, pues, nuestro Brindis al honor, de que injusta- mente habia sido privado, y aun con mayores me- dros que antes. No pudieron entibiar las aguas de la persecucion, el celo ardiente del corazon de nuestro Lorenzo, y así continuó en la antigua soli- citud de traer al camino de la verdad los mismos,